Impresiones Gran Turismo 5 (Playstation 3)

Para el período navideño de 2010, decidí pedir a los Reyes Magos de Oriente este magno juego, el Gran Turismo 5 y, si podía ser, algún volante y pedales. En mi casa los Reyes se portan normalmente extraordinariamente, así  que me cayó el GT5 y el Driving Force Wireless de Logitech. Sin embargo, el volante venía mal de fábrica y, después de varias gestiones de cambio y demás, me quedé sin volante. Y me quedé sin motivación para jugar.

Una tarde cualquiera, al cabo del tiempo, recuperé el GT5 de las vitrinas. Reconozco que me puse a jugar con prejuicios de juego sobrevalorado, de simulador aburrido, etc.

No soy un gran fan de los juegos de conducción/velocidad, pero con Gran Turismo ya tenía experiencia con el 1, el 3 y el de PSP.  Con lo cual, ya conocía el Modo GT, que es de lo que voy a hablar básicamente.
Gran Turismo 5 supone un muro de hormigón cuando empiezas a jugar, no sabes qué hacer, ni cómo, ni nada. No le hubiera venido mal un apartado inicial, que sugiriera cómo continuar el juego.  El menú principal del Modo GT es caótico, hay demasiados apartados.

Bueno, esta captura es de la versión inglesa y sin todos los parches. Hay algún modo más, xD.

Están las Licencias (que no valen para nada), el modo práctica (mejor no perder el tiempo ahí, con la cantidad de cosas que hay), los concesionarios, el modo eventos especiales, eventos de temporada, etc. Hay apartados menores, como el taller GT AUTO (para cambios de aceite, pinturas, etc.), el modo Fotos del Viaje (puedes fotografiar a tus coches en distintos escenarios). Muy importante el apartado Taller de modificaciones (clave para mejorar las prestaciones del coche).
Y los apartados más importantes, A-Spec (tú eres el conductor) y B-Spec (actúas como manager de otros pilotos, es decir, tu piloto es la IA, tu actuación se centra en darle un coche y decirle cuando subir, bajar o mantener el nivel). Estos dos modos de juego tienen su propia escala para subir nivel. Con la subida de nivel, se abriran nuevos eventos y carreras en las que competir.

En definitiva, muchos modos de juego, y muchos parámetros que hacen que el juego se te quede grande cuando empiezas a jugar. Repito: sería clave un asesor que te indique tu próximo objetivo y la forma de conseguirlo.

Hablemos del juego técnicamente:

Gráficos: Muy buenos, acordes a la generación. Aunque con la cantidad de años de desarrollo, no está todo lo pulido que debiera. Hay circuitos en las que aparecen las sombras del público y hay un parpadeo tremendo. Hay que hacer mención a que hay dos tipos de coches en cuanto a modelado, los Premium y los estándar. Los Premium están modelados al detalle y tienen modo vista desde el interior del coche.

Jugabilidad: simulación. Exigente.

Sonido y Música: Todo correcto. Además, puedes usar tu propia música para los menús, carreras, etc.

En definitiva, un juego exigente de conducción, que peca de poco accesible. Si le echas un par de tardes para conocer todos los modos y ver cómo vas avanzando en el juego te puede gustar.

Consejo para novatos totales: con cada coche que os compréis, ponedle neumáticos de competición blandos. Parece una tontería, pero se evitan los trompos tan exagerados que te suceden cuando eres un zoquete.

NOTA:  94